Sevilla tiene mucho que ofrecer y, por ende, es muy difícil escoger en qué centrarse para poder
reflejar esta provincia como se merece.
El nombre del Chal Azahar es un guiño a esa canción que dice “…me sigue oliendo a Azahar…”

En el momento que supe que iba a tejer una prenda para la provincia de Sevilla, miré el hilado y lo tuve clarísimo. Tenía que intentar reflejar en esa prenda, algo muy representativo de Sevilla. ¿Has paseado por sus calles en primavera? Allá en esas calles céntricas y tranquilas, entre
las que pasear y perder la noción del tiempo, puedes notar un olor muy característico: el olor a azahar de sus naranjos.

De hecho, Sevilla es la ciudad del mundo con más naranjos, así que no podía dejarlo pasar.
El hilado lo tenía muy claro, ya que puedes observar esos tonos entre blancos y verdes, terminando en el color naranja de las naranjas en otoño. Es por ello también, que el chal está dividido en las 4 partes del proceso de producción de la naranja: floración, cuajado, desarrollo y madurez.

Sevilla es una ciudad de contrastes, entre lo antiguo y lo nuevo, una ciudad llena de vida. Así que uní los naranjos y su floración, con el labrado superior de uno de sus monumentos más significativos y notorios: La Giralda.

El chal tiene una construcción semicircular y no es muy grande, lo puedes usar para cubrir tus hombros o para ponerlo tipo bufanda.